Una start-up o empresa emergente es un negocio que se crea en torno a una idea o problema con un potencial de negocio significativo y de impacto. La característica principal de estas compañías emergentes es que se destacan por su innovación y creatividad.

Emprendedores como Eric Ries van más allá y mencionan que la característica principal es de hecho una mentalidad (“state of mind”), un movimiento de creencias, sistemas y estructuras de trabajo.

Este movimiento de empresas emergentes nace en respuesta a la velocidad con la que la automatización y la tecnología de la información están volviendo obsoletos los productos y procesos. Por ello, las compañías hoy en día necesitan la habilidad de experimentar rápidamente con nuevos productos y modelos de negocio, empoderar a sus colaboradores más creativos y contar con un proceso de constante innovación para poder desbloquear nuevas fuentes de crecimiento y productividad.

La gran oportunidad de las start-ups en Paraguay, así como lo que caracteriza a Latinoamérica en general, es el mercado. Diferentes estudios han demostrado que el Covid-19 ha significado un crecimiento enorme en el e-commerce en nuestra región, en donde se estima que alrededor de trece millones de personas han realizado una transacción en línea por primera vez en el 2021. Se concluye que la cuarentena y las medidas de distanciamiento social han acelerado la confianza y adopción a las plataformas digitales.

En ese sentido, según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo, el número de plataformas de fintech ha crecido en un 112% desde el 2018 al 2021 en Latinoamérica y el Caribe, estableciéndose como un actor principal para las demandas y necesidades de los consumidores financieros.

En Paraguay, contamos con una ley de fomento de la cultura emprendedora (Ley N° 5.699), a través de la cual se establece el apoyo a los centros de incubación de empresas en el país. A su vez, se establece la creación de fuentes de financiamiento, tales como el fondo de capital semilla y el fondo de ángeles inversores.

Además, el Gobierno nacional ha preparado una hoja de ruta o plan de acción para la transformación digital en nuestro país ­–la “Agenda Digital”–, la cual tiene como uno de sus pilares impulsar la economía digital con la adopción de tecnologías en empresas, el fomento de emprendimientos digitales y la formación de trabajadores en conocimientos tecnológicos. Otro pilar muy importante es mejorar la conectividad a redes de alta velocidad, asegurando la prestación de servicios de telecomunicación de calidad y accesibles a la población.

Cabe resaltar que, por primera vez en 2023, Paraguay se encuentra en el índice de ecosistemas de start-up global (Global Startup Ecosystem Index) posicionándose en el ranking 104 del mundo, lo cual es claramente una respuesta a las iniciativas tanto gubernamentales como privadas en este ámbito.

Ahora bien, aún con las grandes oportunidades y las distintas iniciativas para fomentar el ecosistema emprendedor, Paraguay se encuentra con desafíos que superar.  Es una realidad que en nuestro país aún existe mucha burocracia por parte de las distintas instituciones que deben interactuar en el ecosistema emprendedor, y también, una falta de modernización o incluso flexibilización en el marco normativo para poder desarrollar, financiar y ejecutar todas las ideas innovadoras que las start-ups nos presentan en un mercado con tanto por crecer.

Para más información, contactar con la abogada Gabriela Melgarejo (gmelgarejo@altra.com.py).